MAÑANA CAPAS QUE…

Mañana capas que no te reconozca,
capas que mañana escuche
una citara con los indios.
Mañana mi mente se va a relajar y el sol va a brillar
con luces de colores, vasijas de cerámica,
arcilla fresca y baile.
Te repito, mañana capas que no me acuerde.

REVOLUCIÓN DE ARTE.

_ Tenés un chicle en el codo.
_ OK.
_ Redada nº 30.
_ k.o.
_ Bueno, ¡dale nomás!
_ ¡Ooookeey!

Dame un pincel que te quiero hacer una revolución de arte
que tenga muchos colores que inunden tu mente
y con imágenes que rompan tu cerebro
y tu ritmo diario y monótono que enloquece.
Déjame cambiar la configuración de tu CPU para que seas feliz,
te contagies de mí y me ayudes a mejorar el mundo.

A VOLUNTAD.

Vos sabes que te amo
y que siempre lo voy a hacer a voluntad.
Pero pese a todo vos vas muy rápido,
tenés cara de velocidad y ojos de chupacabras.
¡Para un poquito loca linda!
¿Qué te fumaste?
Deja de fumar esa porquería
que yo te amo a voluntad.
Soy tu dios aparte
y me requerís tanto como yo a vos.
Por eso, no te preocupes por que
sos una calcomanía en mi corazón y mente.
Pero si me engañas
tu nombre voy a tener que olvidar
por que yo te amo a voluntad.

PÁJARO NEGRO.

La noche es clara y el día oscuro,
pero me extraña que un pájaro negro
vuele de día al acecho de un agüilla
blanca con tres huevos.
Vos ves al pájaro negro y me pedís
que lo espante por que te recuerda
a la muerte que vuela en el viento.

HACER EL AMOR EN EL CAMPO.

Yo estoy con ella en el campo,
oliendo las flores sin joder a las abejas.

Dos nombres manchan la pared
golpeando el suelo y las cacerolas
con los codos y las manos
desinteresadas por las cosas
que van a romper al agarrarte
para hacer el amor en el campo.
Alrededor de la casa,
entre papeles de seda.
Algunos de mis poemas en el suelo
y otros vuelan con el viento
que calienta el mismo sol
que alumbra tus labios y tus pechos
haciéndome rotar alrededor de la casa
de Córdoba y el campo
con caballos blancos y tú desnudes en la cama,
con papeles de seda tan blancos como los caballos.
Pero hace memoria cuando no esté, por que yo
No te puedo resolver todo, mi amor. Tenés que
pensar vos por que yo subo al cielo en un globo
hasta tocarlo y caer.
Por eso hay que hacer el amor en el campo.

TIEMPO DE VERANO.

En este verano de gente caliente
en medio del calor sofocante
solo quiere jugar a ser
la presa de una loba
sin colmillos para herir.
Yo soy tu presa
y me dejo agarrar por vos.
Tus pechos desnudos
y calientes que sudan gotas de sal
que se chorrean por tu cuerpo enardecido
al mismo tiempo que los sonidos suaves
y agudos de un piano, un violín y una trompeta sensual
te hace arquear como una flor encaprichada a abrirse
con sus pétalos mojados.

VISIÓN CENTRÍFUGA.

Cuando la otra noche
estábamos los tres mareados
y ustedes no se acordaban
quienes éramos yo sabía que yo era ella,
ella era yo, el era los dos y todos éramos ala vez.
Pero yo no podía caminar
y de tú pierna me tuve que agarrar
cuando un liquido alcoholizado me vino a mojar,
me dejó fresco, helado y con el olor a la levadura
de una pizza sin sal ni harina.
Y a lo largo de la noche
fui sintiéndome como una calesita sin rumbo
que centrifugaba mi mirada
y afectaba mi motricidad.
Y así llegue a la casa de ella
dando vueltas en una calesita y en una montaña rusa,
hasta que me abrazó y me acostó en su nube.

SOUVENIR DE ARABIA.

Cuando te miro a los ojos
y no estás en tu casa
yo me acuesto a tu lado
y espero que tú alfombra
voladora me venga a buscar
para poder llegar a tocar tus dedos
que se entrelazan con los míos
mientras juego a los besos improvisados
y juntos, de la mano, volvemos
en la alfombra con flores de Arabia.

CON CALOR.

Cuna caja registradora
repetitiva y con monedas
del mismo valor.
Mis letras se escriben
sin ventilador y con calor
y con un viento que trae
una lluvia centrífuga.

ESPEJO DE MI ALMA.

Es como magia que ver tus ojos
sienten lo mismo que yo
que soy tu espejo y vos el mio
ya que cada uno entiende lo que el otro padeció.
Por eso te qiero,
por que me diste tu cariño incondicional.
Ojalá que el tiempo
siga escribiendo este poema por que es para vos.

UN ARGENTINO EN NORUEGA.

Si voy a Noruega me vuelvo con una chica
en la balsa que compusieron los gatos
para no quedarnos naufragando en un mundo sin estímulos.

LLOVÍA EN NOVIEMBRE.

En el mes pasado
llovió la noche
en que me tome
una pastilla para dormir.
Mientras duermo
tengo los ojos abiertos
y veo que por la calle
pasás con tu barco luchando
contra la feroz marea de la ruta.
El viento helado congela el vidrio
y por ende mí nariz,
la despego de la ventana
al mismo tiempo que un rayo
grita tu nombre, me pega en la cien
y me quedo mirando la luna.

APRENDIENDO A MANEJAR.

Si querés conducir mi auto
tenés que poner buena música,
buenos tragos y trabajar muy bien
en su interior, tan bien como lo hacen
los famosos y capaz llegues a ser una estrella
y tal vez te pida que conduzcas de nuevo.